Medicos aprenden, practican y operan con robots.
- Por Uriel Bederman
- #robots
- #cirugía

Usan sistemas robotizados para lograr operaciones más rápidas y precisas; también, para aprender y practicar con pacientes artificiales.
Los robots no son una rareza en los quirófanos del mundo y tampoco son sapo de otro pozo en algunos centros de salud de nuestro país. En rigor, en tres instituciones de la Argentina ciertas intervenciones quirúrgicas se realizan con la asistencia mecánica del Da Vinci, el nombre con el cual se conoce a un "robot cirujano", acaso el más célebre entre los suyos, que comenzó a operar en los albores de este siglo y que en la actualidad supera las 3 mil unidades a nivel global. De aquel volumen, casi el 70 por ciento se encuentra en centros de salud de Estados Unidos, su país de origen.
El Hospital Abate en Malvinas Argentinas, en el conurbano bonaerense, y el Hospital Escuela de Agudos Doctor Ramón Madariaga de Misiones, son dueños de este sistema. En el Madariaga, las primeras operaciones ginecológicas con el Da Vinci se realizaron dos años atrás, tras la capacitación del cuerpo médico en hospitales estadounidenses. Por su parte, el Hospital Italiano cuenta con dos unidades, una de ellas adquirida en 2014, el modelo SI HD, que expande los alcances de aquel que había sido comprado hace casi siete años.
Más rápido y más preciso
Las beneficios del sistema son considerables. Oscar Damia señala que "la precisión del equipamiento entrega una sensación de seguridad y eficiencia al cirujano que está en la consola", ofreciendo además mayor estabilidad al evitar los temblores propios de la mano humana y permitiendo asimismo llegar a zonas de difícil acceso. Naturalmente, los réditos son también para el paciente: , el método es poco agresivo, hay menor pérdida de sangre durante la operación y menor posibilidad de infecciones, , y el postoperatorio se reduce notablemente en relación a las cirugías tradicionales, con una estadía hospitalaria de dos días de promedio.
En esta misma dirección, María Belén Cepa Fraga, ingeniera biomédica de la Universidad Favaloro y directora de Aplicaciones Clínicas de DeLeC Científica Argentina S.A., la empresa que provee el Da Vinci en el país, había señalado a LA NACION que el proceder del sistema, que actúa con incisiones mínimas, permite que "el paciente no sufra lesiones superficiales y se recupere de manera más rápida".

Con doble comando
Según explica Riccillo (que además es jurado en competencias donde robots luchan o juegan carreras), con el Da Vinci "el cirujano opera desde una consola con dos joysticks y pedales donde ve el campo operatorio en tres dimensiones y con profundidad, ampliado hasta diez veces. Sobre el paciente están los cuatro brazos movidos por el cirujano, uno de los cuales lleva una cámara doble (para el efecto 3D), mientras que los tres restantes llevan cartuchos con pequeños instrumentos para las maniobras del médico, como suturar, cauterizar, etcétera".
Este "doctor mecanizado" es empleado en intervenciones ginecológicas, renales, pediátricas, de cabeza y cuello (una de las técnicas más recientes en cirugía robótica), transorales (la cual se realiza a través de la garganta y se lleva a cabo en pocos países, nuestro país incluido) y, entre otras, en cirugías de cáncer de próstata localizado, la más frecuente en el Italiano con este sistema.
Según Damia, el hecho de ser operado por un robot no genera grandes temores en los pacientes. "No he conocido ninguno que se niegue a esta cirugía, aunque sí hay que explicar que como todo procedimiento puede tener complicaciones, para que no se tenga la fantasía de que esto es la panacea: se trata de un equipamiento operado por cirujanos experimentados especialmente en cirugía robótica, aunque por supuesto somos humanos".