¿Qué es tipografía?

En nuestra tarea cotidiana, Tipografía admite cuatro definiciones:
►1. La primera de ellas, referida al origen de la palabra tipografía, se emplea para designar a la técnica de impresión con tipos móviles que llegó a Europa a mediados del siglo XV, procedente de Asia.
►2. La segunda definición, impuesta por los avances tecnológicos, extiende los alcances de la primera definición y denomina tipografía a todas las modalidades de reproducción de palabras y textos de la actualidad.
►3. La tercera, utilizada en ámbitos académicos, como la Carrera de Diseño Gráfico de la FADU/UBA, denomina Tipografía a la asignatura donde se desarrollan los contenidos históricos, teóricos y prácticos referidos al elemento con que se representan visualmente las palabras y los textos.
►4. La cuarta acepción es más abarcativa y se emplea recientemente en el ámbito profesional: se denomina Tipografía a la disciplina que dentro del Diseño Gráfico estudia los distintos modos de optimizar la emisión gráfica de mensajes verbales.
La Tipografía tiene una dimensión técnica y funcional basada en el oficio de tipógrafos e impresores. Cuenta con sistemas de medición y cálculo que ayudan a organizar y racionalizar la comunicación visual. Pero tiene además una dimensión humanística que se basa en la escritura, representación abstracta de objetos e ideas que hizo posible el registro de la cultura, la organización del pensamiento y el desarrollo intelectual del hombre. Entendida como disciplina, la Tipografía profundiza y enriquece en direcciones múltiples los alcances del Diseño Gráfico.

COSGAYA
► CATEDRA COSGAYA ►

La Cátedra trabaja los viernes de 19:00 a 23:00 en los talleres 110 y 111 del primer piso de la FADU, Pabellón III, Ciudad Universitaria, Buenos Aires. Los sábados posteriores a la entrega de trabajos prácticos, se hacen las evaluaciones en la facultad. La evaluación es una tarea abierta, a la que los alumnos están invitados a participar porque la consideramos parte del aprendizaje. Compartimos algunas de las ideas que guían nuestro trabajo:

► El saber se construye

A partir de lo que uno sabe, de lo que saben los otros, del hacer, de relacionar, de reordenar, de especular y de poner a prueba, del análisis, de los errores, de las sorpresas, de las dudas, de las preguntas y de algunas respuestas. El saber no está «en alguna parte» y «hay que llegar hasta allí». Se construye dentro de cada uno, de modo particular y parcial. Implica trabajo y estudio.

► La responsabilidad crea pertenencia

Cada uno aporta todo lo que tiene, lo que sabe, y las diferencias que existen derivan de la experiencia y el trabajo. Si es que hay autoridad, ella deriva del hacer, del proponer, del propiciar. Lo hecho es de todos porque lo hacemos entre todos, cada uno desde sus posibilidades, experiencias y conocimientos. Y todos somos responsables de los resultados.

► Entendemos la diversidad como riqueza

Hacemos acuerdos sobre temas básicos o fundamentales y consideramos que la multiplicidad de ideas enriquece el producto final. No tenemos que estar de acuerdo en todo y la suma de las diferencias constituyen la identidad del equipo de trabajo. Nos interesa respetar la posición del otro, aunque no la compartamos.

► La argumentación como sostén

Argumentar permite dar a conocer la red de ideas y conceptos que sostienen algo, permite discutir para enriquecer posturas, permite conceptualizar, permite pasar en limpio para reutilizar el recurso, permite acuerdos o disidencias claras. Que el otro se haga entender y yo pueda hacerme entender.

► El interés es un combustible

Nos permite llegar a donde queremos, perfilar la formación, lograr trabajos diferentes a partir del mismo enunciado, profundizar temas, especializarnos. Nadie aprende lo que no quiere.

► Valoramos el trabajo en equipo

La sumatoria de ideas, fuerzas, formaciones, experiencias pero también de cansancios, desilusiones o problemas puntuales afectan a los grupos de manera muy distinta que a los individuos. El trabajo mancomunado siempre es superador del trabajo individual, si cada individuo aporta lo que tiene. Permite compartir experiencias, potenciar actitudes, compartir cargas y disfrutar de logros mayores.

► Desde la práctica se puede construir teoría

La teoría no sólo se lee. La reflexión sobre el trabajo permite construir conceptos y la relación y ordenamiento de esos conceptos permite elaborar nuevas ideas, más o menos complejas, según el caso.

► La planificación debe ser flexible

Nos permite coordinar el trabajo de muchas personas con la anticipación necesaria. Debe ser tan flexible como haga falta. Esos cambios, a veces son repentinos y drásticos y hay que tener alternativas a la brevedad. Debe ser una herramienta que sostenga, que no presione ni ahorque.

► Cuanto más circula la información mejor trabajamos

La información no tiene dueño. Cuanto más circule, mejor. Habrá más cabezas pensando, más manos haciendo, más curiosos investigando. Puede aplicarse a los contenidos o a los métodos.

► Ayudar a que cada uno encuentre sus respuestas

Que el otro aprenda implica una mezcla de cosas. Entre otras, que tome decisiones. Evaluar, analizar y elegir son algunas de las herramientas que le permitirán encontrar respuestas. Para que eso sea posible debemos controlar la ansiedad, aceptar respuestas diferentes a las que imaginábamos y repreguntar si la respuesta no es correcta o es parcial.

► Aprender todo lo que se pueda

Y de todos los que se pueda. Aprender a aplicar soluciones y a modificarlas según la circunstancia. Estar atento para aprender de lo inesperado, de la práctica propia pero también de la de otro. Aprender lo que me más gusta pero también lo que me más cuesta.

► No es la estética del trabajo lo que evaluamos

Evitamos atender a nuestros gustos en la crítica de un trabajo. Usamos la crítica para valorar los contenidos de la pauta, la coherencia interna del trabajo, la pertinencia del lenguaje.

► No paramos hasta no estar seguros

Consideramos que el trabajo mejora con más trabajo. Que a las ideas hay que pulirlas y que ponerlas a prueba más de una vez, en general, las mejora.

► No nos exigimos saber todo

Si no sabemos algo, lo mejor es reconocerlo. Buscar a otro que lo sepa, estudiar, investigar sobre el tema para responder después es una solución superadora a la falta de ese saber.