El proyecto
La temática
La temática que se ha elegido es la Salud comunitaria, entendida como aquella que “Desde una situación de proximidad a la población, enfoca sus actuaciones bajo una triple perspectiva: personal, familiar y colectiva, con una orientación estratégica hacia la mejora de la salud a través del abordaje de los problemas y necesidades existentes. Se enmarca entonces a la salud comunitaria dentro de la Atención Primaria de la Salud.”
La salud también se contagia: Construyendo salud popular en la Villa 21-24
En la Villa 21-24, las particularidades del hábitat contribuyen al desarrollo de situaciones de riesgo para la salud de sus habitantes. Por lo tanto, el objetivo principal del proyecto de Ecumar es mejorar la salud de los habitantes de la Villa 21-24, expuestos a la contaminación propia de la zona, a partir de diversas tareas y actividades, brindándoles las herramientas necesarias y acompañándolos en este camino. La creación de huertas busca mejorar las condiciones de vida y el territorio en sí, fomentando también la importancia de la salud, con espacios dedicados especificamente a la educación, para informar a todos los habitantes acerca de cómo mejorar su calidad de vida. El padrón de usuarios de los dos centros de salud de la villa es de 16.000 personas aproximadamente, mientras que el número de habitantes estimado en la villa duplica esa cifra. Esto da cuenta de la cantidad de vecinos que quedan excluidos del sistema de salud.
En este marco es que creemos la necesidad de un abordaje integral y participativo en lo que concierne al servicio de salud, tendiente a reforzar la autonomía de la porción de la comunidad con la cual trabajaremos, respecto del estado, haciendo hincapié y profundizando prácticas autogestionarias y facilitando procesos participativos a través de la consolidación de redes sociales y promoción de espacios de reflexión y producción.
La propuesta de las huertas
Al contemplar y pensar la salud de manera integral, nos encontramos con la necesidad de abordar cuestiones que tienen que ver también con la alimentación en este territorio y la conciencia que se tiene de ella, a la vez que se propone la creación y profundización de espacios que construyan nuevas formas de vincularse, de trabajar, de compartir. En esta línea es que pensamos complementar el trabajo en salud, con una propuesta de huertas urbanas agroecológicas, que viene desarrollándose hace más de un año en las cuatro escuelas del barrio: la escuela 10, 11, 12 y 24 del distrito escolar 5.
La creación de una huerta dentro de la institución escolar genera posibilidades de participación dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje a los actores de la misma. Al mismo tiempo posibilita el uso de herramientas pedagógicas alternativas. La planificación y construcción de la huerta entre docentes y alumnos implica la participación directa de ambos, por lo que los alumnos aprenden mediante el producto de su propio trabajo y los docentes mejoran paulatinamente sus metodologías de enseñanza. Respecto al vínculo pedagógico, la huerta es un lugar donde los chicos se pueden desenvolver de manera espontánea y autónoma, y donde el desarrollo de la misma se vuelve una construcción cooperativa entre ambos. Tienen que poner el cuerpo y están en contacto directo con la vida. La planificación y construcción de un espacio que los involucra de manera participativa dentro de su escuela, desarrolla en los chicos una apropiación más comprometida de ese mismo espacio.
La huerta escolar agroecológica es un recurso importante para el autoconsumo de quienes trabajan en ella, es decir, la huerta se constituye como una herramienta que abre nuevas posibilidades didácticas para el abordaje de todas las áreas curriculares y paralelamente posibilita la capacitación concreta en la producción de alimentos sanos para el autoconsumo, contribuyendo con la educación para la salud de todos sus involucrados. Constituye un lugar privilegiado, pues permite el desarrollo de contenidos transversales relacionados con la Educación Ambiental y la Educación para la Salud. Los niños se convierten en promotores directos de todos estos conceptos hacia los adultos de su familia, llevando adelante esta experiencia en el marco de sus hogares.